Ayer se realizó una audiencia en la que el juez Cristian Piana avaló el pedido de la fiscalía y acusó al joven por lesiones leves, doblemente agravadas por mediar una relación de pareja y por mediar violencia de género, y amenazas agravadas.
El hecho se desató el 18 de abril, alrededor de las 23:30, cuando el acusado a bordo del Gol interceptó a la joven en calles San Martín e Yrigoyen, en pleno centro neuquino.
Ahí le apoyó un arma de fuego en la cabeza, la obligó a subir al auto, en el que también iban dos amigos del agresor, y la llevó hasta el barrio de Fonavi de Plottier, donde vive. En todo el viaje, él nunca dejó de apuntarle con el arma de fuego. Una vez que llegaron a destino, la obligó a ingresar a la vivienda, a la que también entraron sus amigos y cómplices. Allí, tomó un cuchillo y se lo pasó por el cuello, mientras le sentenciaba: “Te va a re caber por no dejarme ver a la nena”.
Así se refería el agresor a una medida de restricción que le fue dictada, mientras continuaba amenazándola. “Yo quiero que estés acá, esto es culpa tuya por no estar conmigo, a tu papá le voy a meter caño”.
Luego, su ex le arrebató el celular y le sacó el microchip para que ella no pudiera comunicarse con nadie. Él la amenazaba una y otra vez, mientras la joven le suplicaba que la dejara salir de la casa.
Fue recién a las 12:30 del día siguiente que la joven logró escapar de su captor, cuando este fue hasta la cocina. En ese instante, ella corrió con todas sus fuerzas.
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