“Mi noviazgo ya fue. Pasó algo que no me gustó, algo con violencia”, habría sido la confesión que Violeta Matos le hizo a su hermano Fabián cuatro días antes de que Christian Muñoz Tapia la asesinara de 10 puñaladas en el barrio El Chacay de Plottier, el 29 de septiembre de 2017.
Ayer, en la segunda jornada de juicio, declararon uno de sus hermanos de Violeta, efectivos policiales que trabajaron en la investigación y el testimonio de un compañero de trabajo de la víctima.
Fabián fue el primero en declarar y, tras ser interrogado por la fiscalía, el hombre de 39 años definió a su hermana como una buena persona, de carácter fuerte.
“A Christian lo empecé a ver todos los días en la casa de mi hermana, porque estaba trabajando ahí y porque era su pareja”, afirmó Fabián, confirmando el tipo de vínculo que tenían.
En este sentido, el hermano de Violeta recordó un llamado que le hizo el acusado cuatro meses antes del crimen y detalló: “Me llamó una vez y me dijo que era mi nuevo cuñado y el último”.
Con dolor, Fabián afirmó que nunca se imaginó un desenlace así y reveló que cuatro días antes del hecho, él le preguntó por su noviazgo y que ella le contestó que ya no estaban más porque “pasó algo con violencia”. Ante esa respuesta, el hombre indicó que le ofreció hablar con el acusado, pero que Violeta le contestó: “Deja que esto lo soluciono yo”.
Además, Fabián sentenció: “Veía que mi hermana se había vuelto como sumisa, que ya no era la misma de antes, como que le tenía miedo, él era el que dominaba”.
Tras ser consultado por el tipo de relación que Tapia mantenía con sus sobrinos, el hermano de Violeta indicó que con el mayor era mala, porque “mi sobrino veía que él quería dominar la casa”.
Los policías que declararon confiaron que en el lugar del hecho, en calles Encina y Mosconi, se secuestró una gomita de pelo que pertenecería al acusado que en ese momento llevaba el cabello largo y atado, al igual que un cigarrillo de la marca que fumaba. Además, en la casa de Tapia, se halló la funda del cuchillo utilizado y la ropa ensangrentada.
De los informes del celular del acusado, se estableció que en 29 días llamó a Violeta 136 veces, un promedio de 4 llamadas al día.
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