
A unos 100 metros del semáforo de la calle Olascoaga y Ruta 22 en la vecina localidad, un joven a bordo de un Renault Clío negro, con el sol de frente hizo una maniobra rápida para no atropellar a un perro, se despistó y frenó contra un alambrado.
“Estoy bien, sólo quise esquivar un perro negro, me fui a la banquina pero pasé de largo. Estoy bien”, dijo el joven aún algo confundido.
Los conductores que pasaban ocasionalmente se detuvieron para asistirlo pero no fue necesario, sólo fue un susto.
Fuente: LM Neuquén.
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