Eran poco más de las 10 de domingo, cuando Joel Saldaño terminó de hablar por teléfono con su nuera para ultimar los detalles del almuerzo familiar. Apenas cortó, escuchó un fuerte golpe en la puerta que da al patio. Se levantó para ver qué pasaba y enseguida se topó con un joven que tenía un cuchillo en la mano derecha.

“Dame la plata, dame la plata”, le gritaba una y otra vez el delincuente, que acababa entrar a la vivienda de Alberdi al 100, en pleno centro de la ciudad.

Asustado, el abuelo contestó que no tenía dinero, que era jubilado. Al ladrón no le importó, le dio un golpe y lo tiró al suelo. Luego, lo arrastró hasta una habitación de donde tomó unas camisas y lo maniató.

“Me ató bien atado con las manos atrás, me puso algo en la boca y me acostó en una cama de la que no podía ni siquiera desatarme”, recordó angustiado Joel.

Tras varios minutos, el abuelo pudo soltarse y cuando se levantó, notó que el ladrón se había llevado un televisor nuevo y una manta, con la que lo habría envuelto. Además, faltaba su billetera y un reloj Citizen que había dejado sobre la mesa la noche anterior.

“Me llevaron la billetera con mil pesos que tenía para comprar algunas cositas porque venían mis hijos de Neuquén”, explicó.

“Lo había visto una sola vez, cuando vino con otro chico”, sostuvo Joel. Es que el miércoles unos albañiles le realizaron unos trabajos en la casa.

Mientras lo ataba, el delincuente lo amenazaba de muerte. “ Yo pensaba que me iba a morir”, aseguró el abuelo, que todavía sentía el dolor en el cuello y las muñecas.

El abuelo fue hasta el local que está al lado de su casa para pedir ayuda. Allí lo socorrieron y mientras lo tranquilizaban, llamaron a la Policía y avisaron a la familia.

Joel radicó la denuncia en la Comisaría 7ª y esta mañana deberá concurrir a Neuquén para ver si puede identificar al joven en las imágenes de los delincuentes reincidentes que tiene la Policía.

Hasta el momento, los hijos de Joel desconocen cómo entró el delincuente al patio de la casa, pero sospechan que podría haber saltado el portón o también que podría estar sin candado, porque el abuelo los estaba esperando para almorzar en familia.

Fuente: LM Neuquén.