En la ciudad de Plottier, en la provincia de Neuquén, llegó a su fin la miniracha de Racing de Chivilcoy en la Liga Argentina, cayendo como visitante ante Centro Español por 81-72.

El partido fue siempre de trámite complicado para el equipo de Chivilcoy, porque se encontró con un rival que utilizó todas las licencias físicas posibles (defensas a “medio foul” y golpes) ante la pasividad insólita de la terna arbitral, que tuvo una actuación deplorable. En el juego, lo mejor de Racing pasó por Tyrone O”Garro (16 puntos y 6 rebotes), Erbel De Pietro (12 puntos y 5 rebotes), Joshua Morris (11 puntos y 5 rebotes), Carlos Paredes (10 puntos y 4 rebotes) y Alejo Barrales (10 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias; mientras que por el lado del local, los más destacados fueron Francisco González Beratz (25 puntos y 7 rebotes), Howard Wikkerson (16 puntos y 5 rebotes) y Mario Sepúlveda (13 puntos).

Ambos equipos comenzaron imprecisos, aunque Centro Español abrió con una bomba de Santiago Rodríguez Duhalde y una conversión larga de Howard Wilkerson; el equipo de Chivilcoy tardó 2 minutos en anotar sus primeros puntos (volcadón de Tyrone O”Garro), para luego equilibrar con una corrida de Erbel De Pietro. De allí en más las acciones avanzaron de manera muy pareja y equilibrada, inclusive cuando ambos entrenadores comenzaron la rotación; del lado de Centro Español, Francisco González Beratz fue el encargado de llevar adelante el goleo, mientras que por el lado de Racing, Erbel De Pietro con 7 fue el máximo anotador, luego de un parcial pobre en cuanto a la efectividad, que terminó igualado en 16.

Con respecto al segundo período, nuevamente comenzó con equilibrio, aunque Howard Wilkerson comenzó a ganar en la zona pintada y el local sacó la primera ventaja importante del juego (24-18); el técnico Diego D”Ambrosio solicitó minuto para intentar corregir algunas situaciones, y más allá de otro buen ingreso de Josh Morris, le costó superar la férrea defensa local. Centro Español aprovechó y llegó a la máxima de 7 (31-24), pero Racing rompió la sequía con un triple de Carlos Paredes desde el eje de cancha. Sin embargo, el conjunto neuquino continuó aplicando una defensa al límite (esta vez con el aval de la terna arbitral) y a Racing, que está acostumbrado a jugar al básquet, todo le costó demsiado. En el cierre pocas cosas cambiaron y finalmente se fueron al descanso largo con el triunfo de Centro Español por 38-33.

En cuanto al tercer período, nuevamente el juego mostró una característica de paridad, dentro de un trámite de defensas muy físicas; Racing logró achicar la brecha con un bombazo de Erbel De Pietro, y luego con puntos consecutivos de Alejo Barrales, pero repitiendo lo sucedido en la primera parte, Centro Español defendió con muchos roces, los árbitros lo permitieron y promediando el período, el dueño de casa volvió a ganar por 5 (51-46). Luego un triple de Nicolás Ojeda puso al equipo de Chivilcoy a tiro, pero los árbitros le cobraron una insólita falta técnica a Alejo Barrales (deberían unificar criterios ante las simulaciones, porque es imposible), y el local permaneció en ventaja, inclusive estirando ante la desconcentración de Racing por los fallos; y en el cierre, Centro Español continuó aprovechando las ventajas otorgadas por un arbitraje patético, y llegó a los últmos 10 minutos ganando por 65-56 tras un bombazo fuera de término (obviamente convalidado) de Agustín Llanan.

En el período de cierre, un triple de Matías Gómez alimentó la esperanza del visitante, que luego se prolongó con una jugada de tres puntos de Josh Morris y una corrida de Erbel De Pietro, para rápidamente quedar a solamente 4 puntos (68-64) con 7 minutos por jugar. En el meridiano del período, el marcador indicaba 69-64 para el local, pero presagiaba un cierre en el que los errores y aciertos serían claves (más los porcentajes de libres); en ese sentido, Mario Sepúlveda clavó una daga a 45 grados y Joaquín Moreno metió dos libres, y el local se escapó a 9 (76-67) con 2m45s minutos por jugar. En el cierre, al equipo de Chivilcoy no le salió nada y Centro Español se fue acomodando al desarrollo, llegando finalmente a las cifras de 81-72.